Pausa [Reservado]

Bimbambum. Pampumpam. Dindondan. Plufplasplisplospluspufff. No sé por qué mi cabeza son solo onomatopeyas. Creo que si hubiese bebido o esnifado alguna sustancia tóxica, diría que tengo resaca o algo de eso, pero la verdad, es que solo he dormido ocho horas seguidas. Hacer vida normal afecta a mi riego sanguíneo. Soy un bicho raro ¡ Vivan las libélulas!

Caminado como Dios me trajo al mundo, me voy a por un café. Desde la ventana de mi ático, se puede ver gran parte de la ciudad. La vecina del lado me mira con la boca abierta. Sí, estoy muy bueno, pero ella no me agrada. Debo de hablar cruzado dos palabras con esa mujer, sin embargo, sé que es plana como un disco de frisbi. No tiene nada que ofrecer al mundo, por eso es que se vende tan fácil. Corriendo la cortina, rebuscó en los armarios algo dulce. Hoy me espera un día agitado. Tengo sesión de fotos en el jardín botánico. Imagino que será para que la gente venga a hacer turismo a Nueva York, lo que me parece una soberana tontería. No hay nada interesante en este cúmulo de asfalto mojado ¡ Bah, no puedo entender cómo a mi padre le gustaba esto!

Vestido con algo simple, me peiné un poco. No me gusta demasiado tocarme el pelo, con el tinte lo he fastidiado un poco, bueno, quien dice un poco quiere decir bastante. Tengo las puntas más abiertas que el…de una puta. En fin, este es el precio que se paga por la belleza. Espero que no me manden operarme, porque sino luego no sabré quién demonios soy. A todo esto, tengo que coger la identificación del evento.
Saliendo a la calle, dejo que el sol ilumine mi piel. Hace casi un año que no sentía el calor de luz sobre mi dermis ¡ Qué gustazo! Llegando al parque, me presenté a mis jefes de forma breve. No mezclo negocios con asuntos personales, aunque diré que el fotógrafo estaba para hacerle un par de favores. En fin, concentración.
Poniendo un par de poses sexys, encandilo a todos con mi sonrisa de adolescente virginal. Ciertamente me gusta esta parte de mi mismo, pues oculta parte de mi escabrosa personalidad. Al finalizar la sesión, me despido con aire tranquilo, y me pongo a caminar por los alrededores. Siempre me ha gustado la naturaleza. El viento forma parte de ella, la hace evolucionar, crecer de forma espontánea con sus verdes tonalidades. Apoyándome en un banco, me fijo en una chica que está mirando a la nada. Su despreocupación me obliga a ir a molestarla. Me encantan las personas pasotas.

-Vengo a tocarte la moral- Poniéndome a su lado, sonrío de forma vacilona- Por favor, insúltame, o huye de mí. Hoy tengo el día divertido- Nunca me gustaron las presentaciones normales. A mí los formalismos me dan arcadas. Ser original es lo único que te convierte en una persona que merezca la pena. Nadie recuerda a los muermos.

La respuesta no es la que esperaba, pero claro, tampoco soy adivino. Ni quiero. No me imagino en la tele, calvo, y poniendo voz de muermo mientras finjo leer unas cartas que ni entiendo- No me iba cortar, tranquila. La droga no es algo que regalen gratis todos los días- Dándole una gran calada, siento el humo pegarse a mis bronquios como pegamento a una superficie lisa. Algún día moriré intoxicado, pero mientras tanto voy a pasármelo bien. Su pregunta consigue que me ría sonoramente ¿Pijos? ¿De qué país será esta muchacha?- Creo que vives un poco en pasado. Los modelos de ahora son andróginos y con aspecto de arlequín- Afirmar esto me pone en evidencia, ya que no soy ninguna de las dos cosas; más bien, no encajo en ningún patrón convencional conocido. – A mí me han cogido porque soy bueno en la cama- Ya de estar mostrando mi carta de presentación, qué menos que dejarle leer la letra pequeña. Hola soy Erik Shade Linberg y me gusta el sexo sin compromiso- Tampoco has dicho nada ofensivo- Encogiéndome de hombros, le di otra calada al porro- Buena hierba- La felicité con una sonrisa tranquila- Ya me dirás de dónde la has pillado- Al llevar poco tiempo en Nueva York, no tengo aún contactos en los barrios viejos. En los lugares donde la dignidad se vende a precio de polvo de ángel.

-Soy Erik- Presentándome con dos sonoros besos en sus respectivas mejillas, me acomodé cerca de ella de forma poco disimulada. Yo no hago trucos baratos para pillar carne. A mí me gusta servir las cosas en bandeja de plata. Dejar claro desde el principio mis intenciones. La chica está buena, por lo que, no pienso desaprovechar mi oportunidad. Eso sería de idiotas. El destino no repite modelito por mucho que la gente crea lo contrario. La vida es ahora o nunca; un lo tomas o lo dejas en toda la regla. Y yo siempre tomo, y si es posible, el doble de lo permitido.

- ¿ Qué tal si jugamos un “ yo nunca” con los porros?- Beber me parece bastante patético. El alcohol no te ayuda a socializar; solo te hace el favor de quedar como un idiota delante del resto de la gente. Al constatar que no ponía impedimento, decidí empezar aquella locura. No tengo ni idea de qué saldrá de esto; al menos espero que nos divirtamos…- Yo nunca he follado en público- Antes de darle una calada a mi casi consumido pitillo, quise cerciorarme de que la chica era justo como yo imaginaba. No me gustar jugar sobre arenas movedizas. Ni mucho menos hacer suposiciones al aire, no obstante, casi nunca me equivoco. La gente es como un libro abierto para mí.

Al mirar a mí alrededor, vi un par de pareas ensimismadas en su mundo de fantasías risueñas y amor de película de lágrima fácil; lo que nos daba el margen de seguir infringiendo las normas. Nadie nos prestaba atención.

Tocado y hundido. Sí señor. Dándole una larga calada el porro, recordé la de veces que me había acostado con mis jefes. Ya no me quedaban dedos para contarlas- ¿Olvidar?- Inquirí con la risa floja- Eres muy exótica- Siempre me han atraído las mujeres que son de otro país. Lo que no sé es muy bien por qué- Si quieres te digo algo en sueco o en japonés- Me apetece presumir un poco, total, una vez me conozca pensará que soy como el resto, por lo que, mejor explotar el poco misterio que poseeo-Vill du sova med mig?- Antes de que pudiese preguntarme por su significado, la acorralé contra un árbol de forma suave- No creo que necesites traducción…¿Oh sí?- Comenté mordisqueando su cuello como si nada. Soy una persona lanzada. Si quiero algo, lo tomo y punto-Gillar du det här?- Claro que le gustaba, poco le faltaba para ronronear bajo mis atenciones. Realmente no puedo entender cómo los hombres de esta ciudad se atreven a catalogarse cómo tal. Si yo fuese vecino de Coco, ya me habría colado en su casa para esperarla desnudo en la cama. En fin, supongo que la gente de hoy en día está demasiado preocupada por la lluvia. Lo que podría resumirse en: ¡Más sexo para mí!

-Se me ocurre que podría ser divertido si fingimos que no nos entendemos- No pensaba besarla hasta que surgiese el momento idóneo para ello. Jugar con la pasión es la mejor parte del juego del placer-Porque en realidad, no dejamos de ser dos desconocidos unidos por el azar- Yo diría más bien por mi olfato de sabueso para detectar tías buenas cargadas de droga, pero bueno, queda más elegante lo primero-Nadie nos mira, descuida- El mundo ha perdido el morbo que le caracterizaba. El Universo es ahora una mole aburrida que se expande por el espacio sideral a paso de tortuga reumática.

Al no obtener una negativa ante lo propuesto, me concedí la licencia de obrar según mis apetencias. Pocas veces tengo la oportunidad de mostrarme tal cual soy frente a una mujer. La mayoría exigen cosas que yo no puedo darles. No entiendo lo que es el amor, ni tampoco es que quiera saberlo aún. Las relaciones serias coartan la libertad, y yo no estoy dispuesto a vender la mía. Sé que en el fondo solo soy un inmaduro egoísta, pero es que mi mejor amigo de la infancia fue Peter Pan- Det är för trångt här- Alejándonos un poco, quedamos entre un grupo de matorrales bastante creciditos. Esta es la única ventaja de que siempre esté lloviendo; la naturaleza puede extenderse a sus anchas- Har du kondom?- Una pregunta importante que suele cortar el royo, pero que es importante formular para no cargar con churumbeles después- Tar du p-piller?- Sí se la tomaba me daba igual hacerlo sin precauciones. Coco no me parece una sifilítica.

Besándola finalmente, me posicioné sobre ella apoyado sobre los codos. No iba a cargar con mi peso por muy pluma que este fuese, además de que de esta manera era más fácil girar. Personalmente, a mí me da igual estar arriba o bajo mientras haya sexo.

La chica era lanzada, peor que un coche de carreras. Normalmente me tomo mi tiempo con estas cosas, vamos, que me gusta ser cuidadoso en lo que a sexo se refiere, pero a esta señorita parece importarle todo una mierda, y yo, como soy la ostia de empático, la sigo. Total, a mí me da igual ser un gilipollas que un caballero, los dos papeles me van que ni pintados. Besándola con ganas, la atraigo hacia mí, y dejo que ella me lleve a sus puntos clave. Cada mejor tiene los suyos propios, y pararte a descubrirlos, lleva demasiado tiempo, por lo que, seamos vagos. Mi cabeza se cuela entra la camiseta rota, para encontrarse con su firme busto; mi lengua se encarga del resto. No obstante, no tengo ni tiempo para centrarme en la tarea, ella parece tener prisa; tanto es así que no puedo evitar gritar al sentir el contacto de ella con mi intimidad…¿ Cómo cojones me ha bajado los pantalones tan rápido? Moviendo la cabeza de lado a lado, siento que me mareo por el placer y la droga. Las dos cosas juntas son como un cóctel molotov en mis venas. Intentando no gemir demasiado alto, aferro mis manos a su larga cabellera, hasta que por fin, me da tregua. Nuestras bocas de encuentran nuevamente, y esta vez soy yo, el que entra sin llamar en su intimidad. Si quiere juego sucio, no voy a dudar en dárselo; no señor.

Asiéndola por debajo de los hombros, la colocó sobre mi pelvis, y con un ligero empujón, siento que nuestros cuerpos chocan. Elevarla en el aire no es problema; no pesa demasiado. Mientras tanto, mis dientes se dedican a morder su cuello, a buscar que su bello se erice al contacto de mi saliva. Todo a mí alrededor parece arder, incluso el viento, parece haber cambiado de presión. Llevándola contra el árbol, hago que apoye su espalda sobre la corteza de este, y así, en esa nueva posición, exploro su busto con toda la tranquilidad del mundo. Por fin me ha dejado tomar las riendas de la situación, aunque, sigo teniendo la impresión de que sabe demasiado, que su experiencia no le viene solo del sexo ocasional con desconocidos. Sé que a muchos hombres esto les heriría en el orgullo, ya que la mayoría esperan que las féminas sean seres sin cerebro o experiencia previa, pero yo, que practico a veces el sentido común, sé que no todo lo que reluce es oro, por lo que, sea o no prostituta, me lo estoy pasando de puta madre.

Mis labios se pegan a los suyos con saña, e intercalan mordiscos de cuando en cuando. El sudor empieza a perlar nuestros cuerpos, pero aún es pronto para llegar al final. Sé que no tendré otra vez la misma suerte, que encontrar una chica como ella es casi como resolver el misterio del triángulo de las bermudas, por lo que, disfrutemos ahora que somos jóvenes, y que la droga ha turbado por completo nuestra consciencia. Vivir intensamente o morir en el intento, ese es el lema que todos deberían de practicar.