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A Long Night [Heva y Cabe]
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A Long Night [Heva y Cabe]
4 de Junio de 2013 , 4:35 am
Un plano de un edificio, una taza de café y una montaña de artículos de prensa de los últimos dos meses llenaban la mesa en la que estaba trabajando Claire. Llevaba un moño en el pelo construido por tres lapices de diferentes colores, los cuales iba intercambiando a medida que los iba usando sobre el gran plano que cubría una de las mesas. En este se veía marcado en rojo a los vampiros que allí podría haber, en azul a los cazadores y por donde debían entrar, y en verde las zonas por las que podían entrar y salir del edificio con mayor rapidez. Tras varios años de practica sabia como solían actuar ciertos vampiros, y como planear un ataque rápido y sencillo, que no dejara marcas y del que nadie se enterase luego. Lo único que no terminaba de cuadrarle a la joven líder era que algunos de los artículos no parecían coincidir con ellos, así que no pretendía arriesgar la vida de sus cazadores por un despiste suyo.
Llevaba sin dormir desde el día anterior, pasando largas horas a base de café y mas café. Cogió la taza de café y se movió a la mesa de la derecha. Se mantuvo de pie, apoyando las manos sobre la mesa y mirando fijamente los diversos artículos que había sobre esta, dando golpecitos con el lápiz incesantemente. Cada vez que leía esos artículos volvían a su mente la noche en la que perdió a sus dos compañeros, amigos, confidentes... Cada vez que lo recordaba se le hacia un nudo en el estomago al pensar que podría haber hecho algo al respecto, haberlos salvado, haber intentado ayudarle, o incluso haber muerto los tres juntos. Cualquier cosa en lugar de haber sobrevivido solo ella, de haber tenido que dar explicaciones y hacerse cargo de esto ella sola.
Suspiro, sacando de su enredado pelo los lapices que lo sujetaban, dejando que cayera algo enmarañado alrededor de su rostro. Dejo los lapices con un golpe seco sobre la mesa y tendió la mano hacia la taza de café, dispuesta a beberse todo lo que quedaba de un trago. La mano choco contra la taza y esta cayo sobre la mesa, derramando todo el oscuro liquido sobre el plano en el que había estado trabajando todo el día. -¡No, no, no, no, no, no, no, no!!- Grito viendo el desastre que había formado. -¡Joder!- Se quito la camisa blanca que llevaba, intentando secar el plano manchado de café. La camisa quedo prácticamente marrón, mojada por el liquido. EL plano quedo igual, totalmente manchado la mitad de él ilegible por completo...-¡Mierda!- Grito dando un golpe contra la mesa y se sentó en la silla, escondiendo su rostro sobre sus brazos, cruzados sobre esta...-Erik...Lazz...Os necesito...- Susurró...
Claire Clifton-Ward- Lider Cazadores
- Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 31/01/2011
Re: A Long Night [Heva y Cabe]
Suspirando, volvió a mirar al reloj. Esta noche tampoco lograría dormir. No que sufriese de insomnia, simplemente no quería. Tenía demasiadas cosas que hacer, y ya era tarde. Tenía que estar en Staten en 3 horas, no pasaría nada por empezar a prepararse ahora, ¿no? Una hora de sueño no iba a recomponerla. Así pues, se levantó del colchón, estirándose con parsimonia, y puso la teterá a hervir. Necesitaba otro té para reemplazar la inútil hora. Cogiendo un peine, se situó frente al espejo, desenredando la maraña rubia que tenía por cabello. El tic de la tetera le obligó a pegar un brinco. Aún no se acostumbrada a estos nuevos inventos con extraños sonidos, algún día entre la tetera y la tostadora moriría de un susto. Virtiendo la ardiente agua en una taza, vio como la bolsita flotaba y no pudo evitar sonreir. Siempre le había hecho gracia. No tardó en vestirse, unos simples vaqueros, una camiseta y un jersey siendo su típica vestimenta. Corriendo preparó y bebió la infusión, cogiendo su bolso y saliendo a la calle. Tal vez hubiera sido inteligente llamar a un taxi o algo parecido, pero quería andar. Si algo pasaba, simplemente tendría que correr.
El aire fresco logró ruborizar levemente sus mejillas, le gustaba disfrutar de estas horas antes de que el caluroso Sol lo domase todo. Mirando su reloj de mano, decidió apresurarse. Aún habiendo salido pronto, al paso que iba llegaría tarde y todo. Tras media hora de ansioso pataleo, paró en una pequeña cafetería para cogerse otro té. Nunca podía beber suficiente, y aquellas tiendas de 24 horas lograban salvarla en casos como esos. Volviendo a un paso enérgico, logró llegar en tan solo otros veinte minutos, un nuevo record para ella. Dejándose entrar en el edifcio, pegó pequeños saltos en las escaleras, así acelerando el proceso. Suspirando, decidió pararse en la cima de las mismas, agotada. Tenía que hacer más ejercicio, definitivamente. Mas pronto se vio obligada a correr nuevamente, reconociendo el grito que resonaba por los pasillos.
Abrió la puerta con tal vez demasiada celeridad, un golpe seco en la pared. El corazón le bombeaba de forma estrepitosa, sus ojos fijándose en todo su alrededor. No era partidaria de la violencia, es más, jamás supo defenderse de ataque alguno, pero podía intentar parecer imponente. ¿Algo? Suspirando se acercó a la joven, no habiendo visto nada a su alrededor, y la arropó entre sus brazos, quitándose el jersey y dándoselo. - Vas a pillar un resfriado Claire, ponte el jersey porfavor - Suspirando la sentó en una de las sillas próximas, viendo los mapas empapados sobre la mesa. - No te preocupes, se reacen. La imagen está aún aquí - rozó con su dedo levemente la frente de la joven, una gran sonrisa en su rostro. - Pero sino te cuidas, sabes qué es lo que puede pasar. - Hizo una mueca al pensarlo, apartándose de la joven mientras se frotaba los brazos nerviosa. Cogiendo la taza derramada, la alejó de la mesa y escrutinizó el mapa. Para mucho de él tuvo que usar una dotada imaginación, mas improvisó sobre un folio algo que lograba vislumbrar entre las manchas. - Aún se puede salvar, cielo. No te preocupes anda. - Girándose le entregó el papel, su sonrisa aún intacta. - Y recuerda que no estás sola. - Sabía que no se podía comparar con Erik o Lazzaro, pero sí estaba dispuesta a dar todo lo que tenía.
El aire fresco logró ruborizar levemente sus mejillas, le gustaba disfrutar de estas horas antes de que el caluroso Sol lo domase todo. Mirando su reloj de mano, decidió apresurarse. Aún habiendo salido pronto, al paso que iba llegaría tarde y todo. Tras media hora de ansioso pataleo, paró en una pequeña cafetería para cogerse otro té. Nunca podía beber suficiente, y aquellas tiendas de 24 horas lograban salvarla en casos como esos. Volviendo a un paso enérgico, logró llegar en tan solo otros veinte minutos, un nuevo record para ella. Dejándose entrar en el edifcio, pegó pequeños saltos en las escaleras, así acelerando el proceso. Suspirando, decidió pararse en la cima de las mismas, agotada. Tenía que hacer más ejercicio, definitivamente. Mas pronto se vio obligada a correr nuevamente, reconociendo el grito que resonaba por los pasillos.
Abrió la puerta con tal vez demasiada celeridad, un golpe seco en la pared. El corazón le bombeaba de forma estrepitosa, sus ojos fijándose en todo su alrededor. No era partidaria de la violencia, es más, jamás supo defenderse de ataque alguno, pero podía intentar parecer imponente. ¿Algo? Suspirando se acercó a la joven, no habiendo visto nada a su alrededor, y la arropó entre sus brazos, quitándose el jersey y dándoselo. - Vas a pillar un resfriado Claire, ponte el jersey porfavor - Suspirando la sentó en una de las sillas próximas, viendo los mapas empapados sobre la mesa. - No te preocupes, se reacen. La imagen está aún aquí - rozó con su dedo levemente la frente de la joven, una gran sonrisa en su rostro. - Pero sino te cuidas, sabes qué es lo que puede pasar. - Hizo una mueca al pensarlo, apartándose de la joven mientras se frotaba los brazos nerviosa. Cogiendo la taza derramada, la alejó de la mesa y escrutinizó el mapa. Para mucho de él tuvo que usar una dotada imaginación, mas improvisó sobre un folio algo que lograba vislumbrar entre las manchas. - Aún se puede salvar, cielo. No te preocupes anda. - Girándose le entregó el papel, su sonrisa aún intacta. - Y recuerda que no estás sola. - Sabía que no se podía comparar con Erik o Lazzaro, pero sí estaba dispuesta a dar todo lo que tenía.
Heva Voloshin- Lider Cazadores
- Mensajes : 36
Fecha de inscripción : 20/02/2011
Re: A Long Night [Heva y Cabe]
No había habido suerte. No había sido un día productivo. No había cazado nada. Y, por si fuera poco, los fantasmas del pasado, los recuerdos de sus seres queridos, no habían dejado de atormentarle durante el día entero.
Sin embargo, aquello, en el fondo, tampoco era tan extraño. Desde luego, no era el primer día en que le ocurría; ni tampoco sería el último. Y, como el resto de veces, sólo supo ahogar sus penas en el alcohol, yendo de bar en bar, de pub en pub, de fiesta en fiesta durante toda la noche, esto último sólo si conocía alguien en los primeros lugares que decidía invitarle después; hasta que le echaban sin contemplaciones cuando alguien resultaba ofendido con alguno de sus hirientes sarcasmos, que la mayoría de las veces solían dar en el blanco, y las verdades no siempre gustan a la gente. Algo que, en el fondo, era un concepto que no acababa de instalarse bien en el cerebro de Cabe, ya que alguien como él, que soltaba las cosas sin tapujos, las verdades tal y como las pensaba, no era capaz de entender que la gente fuese tan estúpida como para intentar auto engañarse o escapar de la cruda realidad.
Y, no, no estaba borracho, simplemente él era así. Además, tampoco era de extrañar que siguiese más o menos sobrio pese a haber bebido unas cuantas copas, ya que, aunque no era ningún cosaco, aguantaba bien los efectos del alcohol.
Caminó por bastantes zonas de Nueva York, pateándola sin sentirse cansado gracias a su buen entrenamiento diario; hasta que en ese momento, cuando se dio cuenta de que se encontraba en Staten Island y no en Brooklyn, descubrió que le dolían los pies y estaba algo fatigado, aunque sobretodo moralmente.
Tenía la Estatua de la Libertad a muy poca distancia, suficiente para percibir en aquel preciso instante una figura corretear algo más lejos hasta perderse en su interior. Cabe alzó el brazo izquierdo y concentró su vista (no muy aguda por, al fin y al cabo, el alcohol) en su reloj digital, pudiendo comprobar con sorpresa lo tarde que era. Extrañado, alzó la mirada, y le pareció ver un destello de luz desde lo alto del monumento. Sin pensarlo un instante más, se dirigió él también al interior de la estatua.
No había contado con las escaleras, pero finalmente consiguió llegar hasta arriba, aunque teniendo que hacer al menos una parada para recobrar el aliento, para su disgusto personal. Cuando finalmente llegó a lo más alto se encontró con un halo de luz a través de una puerta entreabierta, la cual daba a la sala donde solían reunirse los cazadores, sobre todo él y el resto de líderes, para tratar diferentes asuntos. Con cautela, abrió la puerta, pero toda precaución abandonó su persona al encontrarse con las dos personas del interior. Su primera reacción fue arquear las cejas entre divertido e incrédulo y recorrer de arriba abajo con la mirada sus cuerpos. Allí estaban Claire y Heva, esta última sin jersey, mientras se acercaba a la primera terminando de decirle algo que Cabe no llegó a oír. Se llevó una mano a la boca para toser de manera llamativa con un teatral “ejem” mientras golpeaba la puerta con los nudillos.
-¿Interrumpo algo?-dijo con ironía mientras finalmente entraba en la habitación.- ¿Habéis montado una especie de fiesta sin mí?-continuó, fingiendo con una teatralidad excelente sentirse ofendido, tracionado y decepcionado, todo a la vez. Fue en aquel momento cuando pareció darse cuenta de el montón de papeles que había sobre las mesas, y se acercó a ellos para inspeccionarlos con curiosidad. Pasó de largo rápidamente por el mapa empapado en café, pero agarró los periódicos que estaban amontonados sobre la mesa, todos ellos anunciando noticias que él sabía estaban relacionadas, y sospechaba por qué. Era algo en lo que llevaba fijándose últimamente, en la prensa, en las noticias... El incremento de víctimas asesinadas. Levantó la mirada hacia las mujeres, todo rastro de broma había desaparecido de sus oscuros ojos.- Vosotras también os habéis dado cuenta.-dijo simplemente.
Sin embargo, aquello, en el fondo, tampoco era tan extraño. Desde luego, no era el primer día en que le ocurría; ni tampoco sería el último. Y, como el resto de veces, sólo supo ahogar sus penas en el alcohol, yendo de bar en bar, de pub en pub, de fiesta en fiesta durante toda la noche, esto último sólo si conocía alguien en los primeros lugares que decidía invitarle después; hasta que le echaban sin contemplaciones cuando alguien resultaba ofendido con alguno de sus hirientes sarcasmos, que la mayoría de las veces solían dar en el blanco, y las verdades no siempre gustan a la gente. Algo que, en el fondo, era un concepto que no acababa de instalarse bien en el cerebro de Cabe, ya que alguien como él, que soltaba las cosas sin tapujos, las verdades tal y como las pensaba, no era capaz de entender que la gente fuese tan estúpida como para intentar auto engañarse o escapar de la cruda realidad.
Y, no, no estaba borracho, simplemente él era así. Además, tampoco era de extrañar que siguiese más o menos sobrio pese a haber bebido unas cuantas copas, ya que, aunque no era ningún cosaco, aguantaba bien los efectos del alcohol.
Caminó por bastantes zonas de Nueva York, pateándola sin sentirse cansado gracias a su buen entrenamiento diario; hasta que en ese momento, cuando se dio cuenta de que se encontraba en Staten Island y no en Brooklyn, descubrió que le dolían los pies y estaba algo fatigado, aunque sobretodo moralmente.
Tenía la Estatua de la Libertad a muy poca distancia, suficiente para percibir en aquel preciso instante una figura corretear algo más lejos hasta perderse en su interior. Cabe alzó el brazo izquierdo y concentró su vista (no muy aguda por, al fin y al cabo, el alcohol) en su reloj digital, pudiendo comprobar con sorpresa lo tarde que era. Extrañado, alzó la mirada, y le pareció ver un destello de luz desde lo alto del monumento. Sin pensarlo un instante más, se dirigió él también al interior de la estatua.
No había contado con las escaleras, pero finalmente consiguió llegar hasta arriba, aunque teniendo que hacer al menos una parada para recobrar el aliento, para su disgusto personal. Cuando finalmente llegó a lo más alto se encontró con un halo de luz a través de una puerta entreabierta, la cual daba a la sala donde solían reunirse los cazadores, sobre todo él y el resto de líderes, para tratar diferentes asuntos. Con cautela, abrió la puerta, pero toda precaución abandonó su persona al encontrarse con las dos personas del interior. Su primera reacción fue arquear las cejas entre divertido e incrédulo y recorrer de arriba abajo con la mirada sus cuerpos. Allí estaban Claire y Heva, esta última sin jersey, mientras se acercaba a la primera terminando de decirle algo que Cabe no llegó a oír. Se llevó una mano a la boca para toser de manera llamativa con un teatral “ejem” mientras golpeaba la puerta con los nudillos.
-¿Interrumpo algo?-dijo con ironía mientras finalmente entraba en la habitación.- ¿Habéis montado una especie de fiesta sin mí?-continuó, fingiendo con una teatralidad excelente sentirse ofendido, tracionado y decepcionado, todo a la vez. Fue en aquel momento cuando pareció darse cuenta de el montón de papeles que había sobre las mesas, y se acercó a ellos para inspeccionarlos con curiosidad. Pasó de largo rápidamente por el mapa empapado en café, pero agarró los periódicos que estaban amontonados sobre la mesa, todos ellos anunciando noticias que él sabía estaban relacionadas, y sospechaba por qué. Era algo en lo que llevaba fijándose últimamente, en la prensa, en las noticias... El incremento de víctimas asesinadas. Levantó la mirada hacia las mujeres, todo rastro de broma había desaparecido de sus oscuros ojos.- Vosotras también os habéis dado cuenta.-dijo simplemente.
Cabe Brennan- Lider Cazadores
- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 13/02/2011
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