Janet Wentz

Nombre Completo Janet Wentz
Edad 19 años
Fecha de nacimiento 7 de mayo
Nacionalidad Estadounidense
Orientación sexual Bisexual
Grupo Bruja
Subgrupo Elemento Tierra



Descripción física
Según parece, Janet posee un físico que hace las delicias de estilistas y maquilladores, que emplean miles de productos y recursos para modificarlo o amoldarlo a su antojo. Sí, el suyo se trata de un rostro expresivo pero poderoso en el arte de la actuación, camaleónico; que puede expresar dulzura si se lo propone o adquirir un toque más agresivo, siendo este último el más cercano al habitual. Cara ovalada, de nariz levemente respingona, cejas duramente arqueadas y mandíbula y pómulos angulosos. Sus labios son carnosos y su piel tersa gracias a las lociones y productos que la obligan a echarse durante los rodajes y sesiones de fotos. La parte más llamativa son sus ojos, almendrados, de un azul brillante y acuoso, rodeados de pestañas que los estilistas se empeñan en hacer parecer aún más largas.
Alta y delgada, de piernas y brazos largos. Su cabello ondulado al natural es de un color castaño claro, llegándole a la mitad de la espalda si lo deja suelto. Su aspecto no es perfecto, y si no fuese por el esmero que ponen los equipos de cine para arreglarla a su antojo, mostraría de gran manera su afición, que no adicción, por muchas costumbres patógenas.

Descripción psicológica
Es tarea ardua tratar de definir en unas líneas, de plasmar por escrito, cómo Janet es. Pesimista, sin duda, no se la encontrará esperando gratas sorpresas de la vida o Dios, si realmente existe, cosa que ella duda. Parece fijarse únicamente o al menos de una manera más habitual en los detalles desgraciados o lamentables de la vida, llegando incluso a formar parte de ellos, que en los sucesos más positivos; y nunca la encontrarás intentando consolar a otra persona con palabrería optimista y ridícula. De hecho, no la encontrarás intentando consolar a nadie de ninguna manera. Ante todo es realista, o eso cree ella, y no acostumbra a mentir o endulzar sus palabras al expresar sus pensamientos. Sí, es bastante sincera, no halla reparos en decir lo que pasa por su cabeza de una manera directa, sin rodeos inútiles. Por ende, no es alguien simpática ni con carisma, y el mal humor es parte de su vida. Sin embargo, eso no hace que se quede en un rincón lamentándose, sino que acude a fiestas, de incógnito, donde puede ser ella misma, y también a actos sociales, donde debe interpretar otro papel. Sí, la vida es una mierda, pero ya que sólo hay una, habrá que sacarle el jugo hasta que se acabe.



Familiares
Clive Wentz: padre.
Johanna Wentz: madre.

Historia
Los comienzos de la historia de Janet podrían calificarse como normales; siendo la excepción, quizá, su familia, con una madre aficionada al alcohol y las drogas y un padre con tendencia a la depresión.
Sin embargo, pese a todo ello, Janet se educó con toda la normalidad que se podría tener con aquella familia; aunque el contacto y la influencia de ellos formaron poco a poco el carácter y las costumbres de Janet, así como su manera de ver la vida y a las personas, con carecterísticas que jamás encajaron ni coincidieron con las del resto de personas de su edad, que se limitaron a rechazarla y excluirla por su rareza. Por no hablar igual que los demás, ni pensar igual que los demás, ni interesarse por lo mismo que los demás. Todo ello no hizo sino aumentar la desconfianza y pesimismo de su personalidad, así como su sensación de no encajar en ningún sitio, hecho que aumentó su evidencia al llegar a la pubertad, al instituto. Un lugar donde las chicas populares competían por ser las que estaban más buenas, o las que menos prendas eran capaces de llevar dentro de lo permitido en el centro, el cual era bastante flexible en aquellos términos. Donde los chicos se dedicaban al deporte y a hacer listas de los mejores culos del instituto, y estupideces similares. Mientras Janet observaba todo eso, además del bullying al que estos sometían a ciertos alumnos simplemente por sacar medias de sobresaliente o notable alto, o no poseer el físico necesario, ella siempre consiguió lo que se proponía: ser invisible, conseguir que nadie se fijase en ella, mantenerse al margen del todo mientras su repugnancia hacia la sociedad aumentaba más y más cada día que pasaba.
Sus mayores momentos de paz los encontraba, sin embargo, entre la naturaleza, ajena a todo lo demás. Arropada por la inocencia de plantas y animales, poco a poco comenzó a ser consciente del don sobre la tierra que había adquirido por motivos ajenos a la genética, potenciándolos y descubriéndoles a escondidas en un descampado cercano a su hogar.
Fue a los 15 años cuando fue descubierta por un cazatalentos que rápidamente se interesó por ella. Contactó con su familia y con la joven, convenciendo a un trío desinteresado para intentar convertir a su hija en una gran modelo. Sin embargo, pronto descubrieron que el mundo de las pasarelas no estaba hecho para la joven, aunque el cazatalentos no se rindió con ella. Su entusiasmo lo canalizó eligiendo otro camino, decidiendo que su rostro encajaría mejor en la gran pantalla.
Ese mismo año ingresó en una academia de interpretación, un arte que se convirtió en una de las pocas pasiones de Janet. Tras los papeles y guiones, podía convertirse en alguien completamente diferente, en ocasiones mejor, evadirse de la realidad que tan a menudo la asqueaba y existir en un mundo totalmente distinto. Para máximo gozo de su cazatalentos, Leonard, que más adelante se convertiría en su agente, la joven demostró una innata habilidad para la interpretación, obteniendo propuestas para pequeños papeles en películas a los 16 años. Estas pequeñas actuaciones la impulsaron a la fama y a papeles protagonistas en películas, mientras Janet decidía que era más fácil dejarse llevar que pararse a pensar y tomar decisiones. Además, actuar le gustaba. No obstante, su reciente oficio tenía, como todo, su parte negativa. Janet comenzó a odiar de verdad a los paparazzis, a las mentiras de la prensa y los medios de comunicación como la televisión e internet, pero, sobre todo, Janet echaba de menos aquella situación de invisibilidad que había conseguido establecer en sus años de estudiante.
¿Respecto a su familia? Podría decirse que les alegró el éxito de su hija, aunque se demostró en ellos con la misma pasividad de siempre. Las pastillas que tomaba su padre le debilitaba y hacían enfermar pero impedían que cayese en una profunda depresión o tuviese intentos de suicidio, como ya había ocurrido en el pasado. Su madre estaba tocada por los efectos del alcohol y las drogas, hasta que finalmente murió por cáncer de estómago. Aquello hizo que ni las pastillas consiguiesen impedir la depresión de su padre, que, por decisión de Janet y consejo de Leonard, fue ingresado en un psiquiátrico. El agente de Janet se encargó muy bien de ocultar a la prensa todo aquello y evitar que los rumores se agruparan en torno a la joven, que sufrió en silencio sus desgracias, las cuales amargaron su carácter hasta transformarlo en lo que es actualmente; si bien, como buena actriz, Janet consigue disimularlo en la medida que desea cuando se lo propone.






Oficio Actriz
Gustos La interpretación, escribir, pintar, la música y el cine.
Odios Ser el centro de atención, los paparazzis, la prensa.
Deseos Ninguno. Dejarse llevar de manera semiinconsciente por la corriente borrosa de la vida, experimentando lo que haya que experimentar, hasta que llegue su hora, lo más rápido posible. Que su padre se mejore, ya que es lo único que le queda.
Miedos A que el estado de su padre empeore.
Manías Evadirse, estar en babia, dejar de prestar atención cuando algo no la interesa.
Otros Suele llevar una gema verde siempre, ya sea en pulseras, anillos, collares o cualquier otro tipo de joya.