Intentar olvidar a través de una mala cerveza [Linda Smith]

Entró en aquel bar de mala muerte en una no muy buena zona de Nueva York. Dentro había gente de todo tipo, y el local olía a tabaco, sudor y alcohol. Aún faltaba al menos una hora para que anocheciera y ya había algún que otro tipo borracho. Vio cómo algunos le dedicaban una mirada al pasar y otros simplemente le ignoraban. Sin embargo, las miradas que le dirigían solían ser de desconfianza. Aquel tipo de bares siempre solían ser frecuentados por el mismo tipo de gente, donde se reunían amigos, cómplices, bandas... No siempre venía alguien nuevo.
Blake caminó por el interior del local hasta sentarse en un extremo de la barra, no muy lejos de unas mesas de billar donde jugaban unos robustos hombres y un corrillo que les observaba a su alrededor no dejaba de hacer apuestas sobre quién resultaría ganador.
Miró de soslayo al camarero y le pidió una cerveza. Se la trajo de no muy buenos modos; aunque Blake hizo caso omiso y ahogó sus penas en la no lo suficientemente fuerte bebida. Cuando separó sus labios del recipiente no pudo contener un gesto asqueado. La bebida era de pésima calidad, como todo lo que había en aquel bar. Apoyó un codo en la barra y la barbilla sobre su mano cerrada. Cerró los ojos un brevísimo instante pero los abrió bruscamente de nuevo, porque, cada vez que los cerraba, aquellas imágenes de los cadáveres de sus amigos, compañeros, protegidos, con la piel arrancada... volvían de nuevo a su cabeza.

"¿Citas?...¿Por que las llamarían así..? ¿Por que vas a citar a alguien en un sitio si luego no vas a aparecer?...Mierda, odio esto. Ten claro Linda que no vas a volver a salir mas con nadie. Ten esto muy claro..."
El sonido producido por la botas de Linda se podía escuchar por toda la calle. La mirada furiosa de Linda podía verse a kilómetros de distancia. Sin embargo, esta se vio transformada al tener una visión fugaz de un sujeto que le parecía conocido. Se detuvo de golpe, mirando como entraba en un bar de no muy buena reputación por la zona. Acelero el paso, procurando no llamar la atención del joven, se acerco a la puerta del bar, observando al chico. Sin lugar a duda era él. ¿Que hacia allí? ¿Por que no había vuelto...? Entro decidida al bar, y justo cuando vio que bebía un trago de la copa, tomo su hombro y hizo que se diera la vuelta bruscamente. - ¿Blake?- Al ver su cara, y asegurándose que de verdad era él, su rostro intento mostrar una mezcla entre alegría y enfado. -!¿Que haces aquí?! Imbécil... !¿Sabes...Sabes lo preocupados que han estado todos por ti?!

Cuando sintió aquella mano sobre su hombro, obligándole a volverse, inmediatamente pensó, aunque no hubiese motivos para ello, que se trataría de algún matón borracho que buscaba pelea. Sonrió amargamente, si era ese el caso, entonces aquel tipo no había topado con el hombre indicado, pues no era muy buena idea cabrear a un licántropo tigre. Sin embargo, al girarse, se sorprendió encontrándose con unos hermosos rasgos femeninos que ya conocía. Se trataba de Linda, que lo contemplaba con sus ojos verde azulados llenos de una perfecta combinación de alegría y furia.

-¿Blake? ¡¿Que haces aquí?! ¡Imbécil... ! ¿Sabes...Sabes lo preocupados que han estado todos por ti?!

Blake frunció el ceño al escuchar los reproches de Linda. Creía haber dejado claro que no volvería, y que no necesitaba la preocupación ni la compasión de nadie. Sólo quería que le olvidasen. Que rehiciesen sus vidas y le dejasen en paz. Giró el rostro y vio demasiadas miradas fijas en ellos dos, especialmente en ella. Repugnado por el modo en que algunos tipos miraban a Linda, y a pesar de saber que ella se valdría por sí sola contra cualquiera de ellos, optó por levantarse sin decir nada, lanzar unas cuantas monedas que sacó del bolsillo al camarero, y arrastrar a Linda agarrándola del codo afuera del local. Una vez allí, se plantó inmóvil en mitad de la calle y clavó su dura mirada en la de ella.

-No teníais motivos para preocuparos.-medio gruñó.- ¿Cómo me has encontrado?

Linda miro a Blake, frunciendo el ceño de la misma manera. Paso su mano, desde su flequillo , hasta su nuca, acomodándose el pelo, para sentir como todas las miradas se posaban en ambos. Linda chasqueo la lengua, dispuesta, a que si alguien se atrevía, no dejar que les interrumpieran por nada en el mundo... Blake se deshizo de un par de monedas y la saco de allí bruscamente. Linda se dejo llevar, dandole un manotazo cuando ya estuvieron fuera.

-¡Simplemente te encontré, vale! ¡Como puedes pensar que no nos íbamos a preocupar por ti! ¡Eras nuestro líder!...- Linda vio como los transeúntes les miraban algo boquiabiertos. Quizás no era el mejor lugar para hablar de temas de licantropos, no delante de tanta gente. La lluvia caía sobre sus cabezas, empapandolos por completo. Se acerco a Blake decidida, cogiéndole del borde del cuello de la camisa, tirando de él hasta un pequeño callejón. hizo que se apoyara contra la pared de este de no muy buenas formas y se posiciono delante del tigre con ambos brazos cruzados, los cuales no duraron mucho tiempo tiempo así. -Sabes que ha toda la manada nos ha sentado mal la muerte de nuestros compañeros! No solo a ti! ¿Por que...Por que decidiste marcharte por tu cuenta? Te necesitábamos!- El tono de Linda aumentaba y disminuía con cada frase que decía, al tiempo que caminaba de un lado al otro, haciendo gestos exagerados con los brazos.

Blake no deshizo el gesto hosco de su rostro ni se inmutó cuando sintió el manotazo de ella al salir y oír sus palabras.

-¡Simplemente te encontré, vale! ¡Como puedes pensar que no nos íbamos a preocupar por ti! ¡Eras nuestro líder!...-exclamó ella a un tono demasiado alto. Sin embargo, Blake no fue consciente de que varias personas se fijaron en ellos, puesto que había cerrado los ojos al escuchar aquello último. Los recuerdos que le traían consigo los reproches de Linda eran dolorosos, mucho. Ella no era consciente del dolor que suponía para él sus palabras, o tal vez sí, pero así era.
Blake volvió a abrir sus párpados cuando sintió la decidida mano de Linda sobre el cuello de su camiseta, y aunque le dirigió una dura mirada, se dejó llevar por ella hasta el callejón donde le acorraló contra la pared. El joven imitó su postura, cruzando sus fuertes brazos también mientras le devolvía la mirada.

-Sabes que a toda la manada nos ha sentado mal la muerte de nuestros compañeros! No solo a ti! ¿Por que...Por que decidiste marcharte por tu cuenta? Te necesitábamos!

En cualquier otro momento de su vida, aquellas palabras hubiesen convencido a Blake para que volviese con ellos. No hubiese importado lo grande y duro que fuese el dolor del chico, él lo habría ignorado tan solo para complacerles; porque Blake siempre había sentido la necesidad de anteponer los demás a él mismo, y las palabras "te necesitábamos" habrían sido demasiado irresistibles para él. Sin embargo, ahora solo sirvieron para aumentar su enfado y con ello, su tristeza. Sentimientos que tampoco se esforzó en ocultar.

-Os dejé porque era lo mejor. Lo mejor para vosotros, y sí, también lo mejor para mí. Porque quedó demostrado que, por lo visto, no soy tan buen líder como todos creíais. No me necesitabais, necesitabais a alguien mejor que yo. Alguien que supiese cuidar de su manada.

Blake guardó silencio, haciendo una pausa. No había mentido, no era habitual en él, pero tampoco había contado toda la verdad. No había pronunciado una palabra sobre su enorme sed de venganza, no le había dicho que ya había matado a los primeros de ellos, ni que lo mejor era que aún quedaban los verdaderos culpables, los planeadores de la matanza. Esperó a recobrar de nuevo la sangre fría para mirar con cara de circunstancias a Linda, mientras sacaba un cigarro de su cajetilla de tabaco y lo encendía con un mechero.

-He oído que ahora tú eres la nueva alfa. -soltó. Aunque pudiese parecerlo, no se había desconectado por completo de aquel mundo, por llamarlo así. Y le habían llegado aquellos nuevos rumores. Echó una calada del cigarro y soltó el humo lentamente mientras la miraba con cinismo, una parte de él que había surgido después de la masacre.- ¿Cómo fue? ¿Te presentaste tú como voluntaria, te eligieron ellos...?

La postura de Linda no cambio ni un milímetro durante su intervención. Mirando a Blake con el ceño ligeramente fruncido, y los ojos medio cerrados, a causa también de la lluvia, permaneció allí de pie, dispuesta no moverse a menos que un camión la atropellara.

-¡¿Blake, te estas escuchando?! Como se te puede pasar por la cabeza que todo lo que estabas haciendo lo hacías mal. Eras un gran líder. No solo fue culpa tuya. Algunos de nuestros mejores soldados...- No le gustaba esa palabra- ... no estaban allí. ¡Yo tampoco estaba! Te crees que no me siento culpable por aquello. ¡Por no haber podido ayudar a mis compañeros!. ¡Amigos! -"Mi hijo podría haber estado allí!" Se contuvo para no decirlo. El tono de voz de Linda parecía aumentar por momentos. Apretando sus dientes, sus puños en sus brazos cruzados. Recordar aquello la entristecía, y eso se notaba, aunque ella intentara hacer todo lo que pudiera para no demostrarlo. Durante un instante se le cruzo por la cabeza el acercarse a Blake y golpearle por ser tan egoísta, pero se contuvo, clavando sus uñas en la piel de su brazo.

Durante unos segundos el silencio se apodero del callejón, solo escuchaba el sonido de la respiración de Linda, ligeramente agitado y agobiado. Al escuchar como Blake se había enterado de que ella era la nueva alfa, Linda sintió como si esas palabras fuesen el camión que la atropellaba. Dejo caer sus brazos a ambos lados, dejando ver la marca de sus uñas en su piel. Paso una mano por su flequillo, apartando los húmedos cabellos que la molestaban. -En realidad fueron ambas cosas...- Dijo, agachando ligeramente el rostro.- Cuando tu te fuiste aquello parecía un caos, nadie se ponía de acuerdo, así que decidí tomar el mando, dar un par de ordenes y luego elegir a otro que fuera el alfa. Pero....Me eligieron a mi. No se como ocurrió, tu sabes que aquello a mi nunca me había gustado.- dije, levantando la mirada para verle. -Cuando me propusieron para ser tu beta y me negué, creía haberlo dejado claro. Pero ahora no podía dejarles así, me sentía un poco responsable, sobretodo por no haberte traído de vuelta...- El tono de voz de Linda cayo en picado y mostró la tristeza que retenía minutos atrás...

-¡¿Blake, te estas escuchando?! Como se te puede pasar por la cabeza que todo lo que estabas haciendo lo hacías mal. Eras un gran líder. No solo fue culpa tuya. Algunos de nuestros mejores soldados... no estaban allí. ¡Yo tampoco estaba! Te crees que no me siento culpable por aquello. ¡Por no haber podido ayudar a mis compañeros! ¡Amigos!-prácticamente chilló Linda, con las mandíbulas apretadas y los ojos entrecerrados contemplando duramente a Blake.

-Cálmate, ¿quieres?-dijo él, malhumorado. Sin embargo, vio el dolor que sentía Linda por todo aquello, un dolor grande, sí, aunque nada comparado con el suyo. Linda no podía comprenderlo, nadie podía. Ella no había sido alfa en una manada el tiempo suficiente, y tampoco había sufrido una crisis tan grave como aquello siéndolo. No se había comprometido de la misma manera que él, no lo había entregado todo como él... y su carácter no era el mismo tampoco. A Blake le afectaba demasiado todo, y le preocupaban demasiado las personas.
No obstante, la tristeza que pudo atisbar desde las facciones de Linda, así como el recuerdo que ello le traía de nuevo y sus anteriores palabras removieron algo dentro de él. Despertando sentimientos y sensaciones que nunca creyó que volvería a experimentar, confundiéndole y volviéndolo todo condenadamente difícil para él. Algunos de ellos eran sentimientos que dolían de lo agradables que eran. Y traían recuerdos, demasiado buenos, tanto que se revolvían en el interior de Blake al pensar en ellos. Recuerdos de sus compañeros y amigos, como ella los había llamado, y recuerdos de Linda. Él y ella habían sido buenos amigos... ¿o incluso habían sido algo más el uno para el otro? Desde luego, no de una manera oficial... Sin embargo todo ello había quedado atrás con lo que pasó. Y ahora Linda volvía, para tentarlo demasiado diciéndole aquello que tantas veces había escuchado, tantas que había llegado a creerlo: que era un gran líder, que hacía bien las cosas... Y, a la vez, le culpaba por marcharse, y le restregaba que no pensase en que a los demás les afectaría.
Iba a responder cuando se vio interrumpido de nuevo; aunque, esta vez, Linda empleó un tono mucho más bajo que antes.

-En realidad fueron ambas cosas...Cuando tu te fuiste aquello parecía un caos, nadie se ponía de acuerdo, así que decidí tomar el mando, dar un par de ordenes y luego elegir a otro que fuera el alfa. Pero....Me eligieron a mi. No se como ocurrió, tu sabes que aquello a mi nunca me había gustado. Cuando me propusieron para ser tu beta y me negué, creía haberlo dejado claro. Pero ahora no podía dejarles así, me sentía un poco responsable, sobretodo por no haberte traído de vuelta...

Blake gruñó al escuchar lo último, tomándolo como un nuevo reproche, aunque prestando atención interesado en lo que ella le decía, la información sobre cómo fueron las cosas cuando él se fue. Al fin y al cabo, sí le seguía interesando y preocupando lo que le pasaba a los suyos, y en cierto modo le aliviaba ver que la manada estaba en manos de Linda, confiaba en ella.

-Bueno, estoy seguro de que serás una buena líder.-comentó, no para hacerle un cumplido, ya que desde luego el tono que empleó no era halagador en absoluto; sino simplemente expresando lo que pensaba sin más.

Hubo una larga pausa, hasta que habló de nuevo.

-Lamento haberos preocupado, pero no me arrepiento de irme, Linda. Sigo pensando que es lo mejor para vosotros. Nunca... nunca antes le había ocurrido algo así a una manada, ni siquiera a los lobos o a los osos, al menos no de esta gravedad. Y, la primera vez que sucede, es siendo yo el alfa. ¿De verdad piensas que no es culpa mía, que no tiene nada que ver...?-dijo, embargado por los sentimientos, intentando ocultarlos sin éxito y con voz poco firme; aunque empleando un tono irónico al hacer la última pregunta. Suspiró, intentando sobreponerse, y consiguiéndolo en mayor o menor medida.

-¿Y qué quieres entonces, Linda? ¿Pretendes que vuelva con vosotros, es eso lo que quieres? Porque no entiendo a dónde quieres llegar a parar.-respondió, esta vez recuperado su frío tono de voz.

-No tengo por que calmarme- "¿Que me calme dice... Como sino lo estuviera ya. ¿Cabreada? Puede que un poco. Pero todo era por su culpa..."En realidad, Linda sabia que no era por culpa de Blake. No toda la culpa. Sino suya. Las ultimas semanas las había pasado realmente mal. No solo tenia que hacerse cargo de una manada entera de tigres. Sino que tenia un trabajo, una vida aparte de ello. Tenia una hija... Una hija oculta del mundo, de sus amigos, de su única familia.

Intenta escuchar tranquila las palabras de Blake, intentando quitarse de la cabeza aquellas estúpidas ideas. Antiguos sentimientos... Si, aquello que le decían que Blake tenia razón en lo que hacia. Que era de las pocas personas en las que confiaba y que quizás llegaba a entenderlo. Porque ella haría lo mismo. Ella, ahora mismo, podría fugarse con él. Pero no lo hará. Tienes obligaciones, deberes, muchas cosas que hacer. Y ha prometido quedarse con los suyos, y ella nunca rompe una promesa. Y nunca lo hará.

Volvió de sus pensamientos al escuchar el comentario del licantropo. -Gracias. Supongo...- Dejo escapar esta ultima palabra en un leve susurro. aunque seguramente el tigre lo habría escuchado. No es que se notaran en las palabras de este mucho animo.

Blake continuaba echándose la culpa por todo lo ocurrido. ¿Es que no iba a aprender que aquello fue un accidente? La culpa fue de todos... -Tu eras el alfa. Si. Jimmy era el beta. Yo era uno de tus soldados. Y los demás también. Pero cayeron. No tuviste la culpa de que el ataque fuera por sorpresa. De que en ese momento la mayoría no nos encontráramos allí. De que aquello cazadores no tuvieran sentimientos...Yo también me lamento por la muerte de ellos. Ahora mismo buscaría a los culpables. Los mataría a todos si hiciera falta. Pero no conseguiría devolvérmelos. Prefiero proteger a mi familia. A la que puedo proteger ahora...- Había notado como el tono de voz de Blake caía en picado, haciendo que el suyo, a medida que pronunciaba cada palabra, cayera del mismo modo, recordando todo aquello.

Blake recupero su tono de voz frió y distante. Como si la conversación que mantenían pasara a un segundo plano. Ignoro por completo sus palabras. Él ya sabia lo que ella queria. En los ultimos minutos se lo habia repetido varias veces, pero parecia que él solo intentaba restregarle que no conseguiria nada. Cabreada, se acerco al hombre, alzando la mano, rigida. Cuando estuvo a pocos centimetros de él, dirigio la palma de la mano a su rostro a gran velocidad. Intentando, con eso, sacar la rabia que contenia.

Un sonido seco lleno el callejon. Sin embargo, no fue por el golpe de su mano contra la mejilla del tigre. Sino por la mano de este contra la muñeca de la joven. Detuvo su ataque con pocas fuerzas. El rostro de Linda se curvo, mostrando una expresion de tristeza, una que nuca mostraba. Era dificil verla en su rostro. Se dejo caer sobre Blake, apoyando la frente a la altura de su hombro, ocultando el rostro en su pecho, dejando caer su mano a un lado, aun con la otra sujeta con firmeza por el muchacho. Derramando algunas lagrimas, mezcladas con las gotas de agua, dejo escapar un susurro. -Te odio Blake... Te odio... Te odio...- Susurraba contra sus prendas. No sabia por que lo decia realmente. Si por haber dejado a la manada sola o...por haberla dejado a ella. Desde que se conocieron, la atraccion que sentia Linda por el joven fue en aumento. Pero cuando se fue, sin decirle nada, dejandola al cargo de todo, fue como si le clavaran un puñal en el pecho... Ella llego a amarle, y el no parecia haberlo entendido cuando se marcho.

Espero unos segundo, y se separo de él. Secándose las ojos con ambas manos, dio varios pasos hacia detrás, sin mirarle. -Adiós Blake...- Dijo, desviando la mirada, y caminando hacia la salida del callejón.